White pawn - Stevie J. Cole
Marisa...
Esta debería ser una historia de amor. Todo está en su lugar para que lo sea. Las líneas perfectas, las almas perfectas, pero ya ves, Justin piensa que es un juego. Piensa que soy su peón, pero no podría estar más equivocado. Cada movimiento que él haga, lo bloquearé. Cada vez que piense que está a punto de agarrarme, correré. Algunos hombres subestiman el poder de la reina porque están demasiado ocupados jugando a ser el rey. Olvidan que ella es la pieza más poderosa del tablero. Y el amor es un juego al que no acostumbro perder. ¿Qué se necesita para darse cuenta que nunca seré su peón, pero que felizmente jugaré a ser su reina?
Justin...
Ella quiere una historia de amor. Pero no es el amor lo que estoy buscando, es la persecución. Marisa piensa que puede superarme. Aunque siempre estoy un paso delante de ella, me mantiene cerca, y es por eso que no debo subestimarla. Ni un poquito, aunque parece que olvida que el juego no termina hasta que el rey esté muerto. Y nunca me matará, porque haré que me ame. Y luego, jaque mate, yo gano. El amor no es un juego, pero la persecución ciertamente lo es.
Mil gracias a BZ!
Esta debería ser una historia de amor. Todo está en su lugar para que lo sea. Las líneas perfectas, las almas perfectas, pero ya ves, Justin piensa que es un juego. Piensa que soy su peón, pero no podría estar más equivocado. Cada movimiento que él haga, lo bloquearé. Cada vez que piense que está a punto de agarrarme, correré. Algunos hombres subestiman el poder de la reina porque están demasiado ocupados jugando a ser el rey. Olvidan que ella es la pieza más poderosa del tablero. Y el amor es un juego al que no acostumbro perder. ¿Qué se necesita para darse cuenta que nunca seré su peón, pero que felizmente jugaré a ser su reina?
Justin...
Ella quiere una historia de amor. Pero no es el amor lo que estoy buscando, es la persecución. Marisa piensa que puede superarme. Aunque siempre estoy un paso delante de ella, me mantiene cerca, y es por eso que no debo subestimarla. Ni un poquito, aunque parece que olvida que el juego no termina hasta que el rey esté muerto. Y nunca me matará, porque haré que me ame. Y luego, jaque mate, yo gano. El amor no es un juego, pero la persecución ciertamente lo es.
Mil gracias a BZ!
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